Adéntrate en el corazón de Kent, entre el campo y la costa, y encontrarás una auténtica joya histórica: Canterbury. Descubre curiosas tradiciones y monumentos religiosos, sal de compras por King’s Mile, disfruta de las atracciones familiares o da un paseo en barco por el río.
Empieza el día con un desayuno en The Goods Shed. Este mercado agrícola permanente cuenta con un restaurante que utiliza ingredientes de producción local.
Visita los tres monumentos que atestiguan la larga historia del cristianismo en Inglaterra y en su conjunto están declarados patrimonio de la humanidad. Primero contempla las agujas de la catedral de Canterbury, del siglo VI, y las humildes ruinas de la abadía de San Agustín. Después, acércate a la iglesia de San Martín, la parroquia más antigua de Inglaterra que sigue en activo. En el cementerio de la iglesia puedes visitar la tumba del famoso artista Thomas Sidney Cooper. Más tarde podrás contemplar su legado en la galería Sidney Cooper.
Explora los agradables jardines de Westgate y disfruta de las vistas de las torres medievales de Westgate. Otro gran monumento medieval es el castillo de Canterbury, construido por Guillermo el Conquistador.
Lleva a los niños a The Canterbury Tales, una atracción que os hará viajar a la época medieval a través de representaciones de cinco de Los cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer.
Los amantes de la naturaleza disfrutarán en el Howletts Wild Animal Park, con su manada de elefantes africanos. También podrán a conducir hasta Ightham Mote, una histórica casa de campo con un restaurante. Al caer la noche, únete a los lugareños en los pubs de Canterbury para hacer un brindis por esta fantástica ciudad.
Canterbury se encuentra a una hora de Londres en tren y a unos 75 minutos del aeropuerto de Gatwick en coche. El centro de la ciudad es ideal para recorrerlo a pie o en bicicleta. Hay una buena red de autobuses locales, y los trenes y autobuses que salen de Canterbury llegan hasta Francia a través del ferry de Dover o el tren de alta velocidad Eurostar.
Es tan fácil viajar a la bonita Canterbury que necesitarás una buena excusa para no disfrutar de uno de los mejores destinos de Inglaterra.