Después de siete siglos de historia como rico país de tradición comercial, Lituania pasó el siglo XX bajo dos ocupaciones: la nazi en primer lugar y la soviética después. Logró renacer de sus cenizas con dignidad, y fue una de las primeras naciones de la URSS que declaró su independencia y pasó a formar parte de la Unión Europea. Sin embargo, su aspecto cambió para siempre al incluir fortalezas soviéticas en los cascos antiguos medievales de sus ciudades. Busca un vuelo más hotel a Lituania y comprueba en primera persona esta mezcla de encanto medieval y grandeza soviética. Además, podrás disfrutar de paisajes naturales repletos de bosques y bulliciosos complejos turísticos junto al Báltico.
La capital de Lituania, Vilna, ofrece un abanico impresionante de estructuras históricas. Su amplio casco antiguo presenta callejuelas adoquinadas, y varios castillos e iglesias de gran belleza. La catedral de San Estanislao y San Ladislao es una iglesia blanca y resplandeciente de estilo neoclásico. La iglesia de Santa Ana, del siglo XVI, conserva perfectamente su estructura gótica e incluye varias torres de ladrillo rojo. Sube en funicular hasta la cima de la colina y visita la Torre de Gediminas, desde donde podrás contemplar todo el centro medieval.
Si decides aprovechar las ofertas de viajes a Lituania, podrás apreciar en sus restos el turbulento siglo XX que se vivió en el país. Uno de los monumentos más extraños es el Parque Grūtas, en Vilna, repleto de llamativas esculturas soviéticas. Durante el recorrido encontrarás réplicas de gran tamaño de Lenin y Stalin. En las afueras de Kaunas, la segunda mayor ciudad de Lituania, se encuentra el Noveno Fuerte, testigo de la historia más oscura acontecida recientemente en el país. Las exposiciones del complejo reflejan sus días como campo de exterminio nazi y como lugar de tránsito para los prisioneros del régimen de Stalin.
Si prefieres actividades más alegres, busca ofertas de viajes a Lituania en verano y dirígete a la costa báltica. Entre junio y septiembre, la localidad turística de Palanga se llena de turistas que acuden a disfrutar de sus extensas playas. Hacia el sur encontrarás Klaipėda, la puerta de entrada al cordón litoral curonio, de 100 kilómetros de longitud. En algunos lugares, esta delgada lengua de tierra mide menos de 500 metros de anchura. Si te gusta la bicicleta, estás de suerte: las playas y las dunas de arena de este paraje disponen de carriles para bicis.
Puedes llegar a Lituania en avión, hasta el Aeropuerto Internacional de Vilna. Si te encuentras en Suecia o Alemania, puedes tomar un ferri y comenzar tu aventura con la bella imagen de la costa lituana. Si buscas con tiempo, seguro que encuentras viajes baratos a Lituania. Aprovéchalos.