Las fascinantes ruinas de la Acrópolis de Rodas se erigen en el punto más elevado de la ciudad. Se encuentran en la cima de la colina de Hagios Stéfanos y datan del siglo III a. C. Explora los templos y los distintos espacios que la conforman a medida que aprendes más cosas sobre la historia de las civilizaciones de la Grecia clásica.
No dejes de visitar el templo de Atenea Poliás y Zeus Polieo, uno de los edificios más importantes de la acrópolis. Aquí es donde se guardaban los textos de los tratados que se establecían con otros estados. Entre las ruinas podrás contemplar piezas cilíndricas de las columnas y fragmentos de un arquitrabe. Dirígete al templo de Apolo para admirar las cuatro columnas que todavía siguen en pie en el amplio patio. También puedes adentrarte en las cuevas de las ninfas, en el extremo norte de la acrópolis. Estas construcciones subterráneas están excavadas en la roca y solían contener estatuas de las deidades femeninas del agua, las llamadas ninfas.
Baja por la colina de la parte este de la acrópolis para ver el estadio donde se celebraban los eventos deportivos durante el periodo helenístico. También puedes sentarte en los escalones de mármol del Odeón, un anfiteatro donde se celebraban eventos musicales y recitales de poesía ante cientos de espectadores. Además, todavía hoy se conservan algunas partes del gimnasio de la acrópolis. Este gran edificio contenía obras de arte, algunas de las cuales se han encontrado en expediciones arqueológicas.
Visita también las ruinas del edificio de la estoa, una estructura monumental que posiblemente se utilizaba como mercado. Antiguamente, la estoa era un edificio largo y abierto con un tejado que se sostenía sobre filas paralelas de columnas.
La Acrópolis de Rodas se encuentra 1,6 kilómetros al oeste de la ciudad de Rodas. Frente a las ruinas hay una parada de autobús y, además, en la carretera situada junto al yacimiento, se puede aparcar de forma gratuita. Otra opción es desplazarse a pie desde la capital de la isla.
La acrópolis abre todos los días y la entrada es gratuita. Si quieres evitar las multitudes y el calor sofocante, visítala a primera hora de la mañana o justo antes de la puesta de sol. En el recinto no hay tiendas, así que es recomendable llevar agua.