La silueta de la Arena di Verona, uno de los anfiteatros romanos más grandes del mundo, domina el horizonte de Verona. Construido en el año 30d.C., este escenario romano de proporciones colosales es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. También es uno de los puntos de interés más populares de Verona y atrae a más de 500.000 visitantes a la ciudad cada año. Admira su arquitectura y disfruta de una ópera desde sus históricos escalones de piedra.
La Arena di Verona tiene una historia fascinante que podrás descubrir en una visita guiada al anfiteatro. Descubre sus comienzos como campo de batalla para los gladiadores romanos, y conoce la historia del terremoto que sacudió Verona en el sigloXII y destruyó gran parte del cuarto piso de esta construcción. En 1913, el coliseo revivió sus momentos de antigua gloria y popularidad cuando el cantante de ópera veronés Giovanni Zenatello comenzó a ofrecer conciertos al aire libre en este lugar. Cada temporada, las actuaciones son más populares y frecuentes.
En la actualidad, los visitantes de todos los rincones del mundo acuden a la Arena di Verona para asistir a representaciones de ópera en este espectacular escenario. El anfiteatro es famoso por su excelente acústica. Aun desde los asientos más alejados del escenario, es posible escuchar cada una de las notas que resuenan. Reserva las entradas con antelación, ya que se agotan rápido. Aun así, antes de cada espectáculo se ofrecen algunas entradas de último minuto para que quienes visitan Verona no se lo pierdan. Reserva una entrada de la platea para disfrutar cómodamente desde un asiento acolchado o elige las gradas de piedra, como hacen los lugareños. Al atardecer, fíjate en cómo el anfiteatro va quedando iluminado por las velas.
Durante el día, el sol italiano tiñe de diferentes tonalidades el coliseo. Utiliza la tarjeta Verona Card, un abono para acceder a varios puntos de interés, y regresa al escenario en diferentes momentos del día para conocerlo en diversas condiciones.
La Arena di Verona está situada en pleno casco histórico de la ciudad y se puede llegar a ella a pie desde muchos de los hoteles del centro. También hay autobuses que prestan servicio en la zona. La Arena abre todos los días y la entrada es de pago.