El campanario de la catedral de Friburgo se puede ver desde casi toda la ciudad, por lo que seguramente querrás contemplar su estilo gótico nada más llegar. La construcción del templo comenzó en el año 1200 siguiendo un estilo románico, que más adelante derivó en un intrincado estilo gótico. La iglesia se convirtió en catedral en el siglo XIX y desde entonces ha sido el edificio católico más importante de la ciudad. Acércate a la catedral para contemplar su arquitectura, asiste a misa o, simplemente, relájate en el interior.
Lo que más llama la atención es el campanario de 116 metros de altura, que sobresale entre los edificios bajos de Freiburg. Si estás en la ciudad al mediodía, oirás resonar las 19 campanas. La más antigua pesa 3.290 kilos y domina el horizonte de la ciudad.
Maravíllate con la pintura de varios paneles del altar mayor. Esta obra de 1516, llamada la "Coronación de la Virgen", fue el encargo más importante que recibió el artista renacentista Hans Baldung Grien.
Observa cómo la luz que entra a través los hermosos vitrales adquiere diferentes tonalidades. Aunque la mayoría de las vidrieras se añadieron posteriormente, algunas son las originales y datan del siglo XIII. Sin embargo, las demás se retiraron para su conservación y se exponen en el Museo de los Agustinos.
Por un módico precio podrás subir al campanario y disfrutar de una bonita vista de la ciudad, por lo que es una visita totalmente recomendada en los viajes a Friburgo. Sube por la angosta escalera de caracol hasta la parte más alta. Además, la entrada a las capillas de la catedral está incluida en el precio y puedes visitar el resto de la catedral de forma gratuita.
La catedral de Friburgo está abierta todos los días, aunque el campanario permanece cerrado de domingo a martes en invierno. Puedes llegar a este edificio religioso a pie desde el centro de Friburgo o con los tranvías 1, 3 y 5.