En los viajes a Gijón, siempre recomendamos visitar el Elogio del horizonte, una magnífica obra de arte situada frente al golfo de Vizcaya, en la cima del cerro de Santa Catalina. El famoso escultor vasco Eduardo Chillida Juantegui construyó este monumento público. Puedes colocar una manta en uno de los montículos cubiertos de hierba del exuberante cerro de Santa Catalina y disfrutar de las vistas del resplandeciente mar azul y de la costa asturiana.
No olvides hacer fotos de la escultura, que se compone de grandes pilares de piedra unidos por una herradura horizontal en la parte superior. El arco parece un círculo incompleto, lo cual le aporta una estética aún más moderna. Verás que, si te sitúas en el centro de la estructura, se intensifican los sonidos del viento y de las olas que suben por el acantilado. La experiencia te hará sentir como si tuvieras ambos elementos girando alrededor de tu cabeza.
Puedes relajarte en la hierba y esperar a que se ponga el sol para contemplar el cielo bañado por una variedad de tonos de color rojo oscuro y amarillo. El monumento Elogio del horizonte es un marco ideal para la puesta de sol. Además, disfrutarás de la tranquilidad absoluta que invade la cima de la colina.
Te recomendamos que hagas una excursión por el ondulante terreno del bonito cerro de Santa Catalina. Las vistas incluyen el puerto del Musel y la playa de San Lorenzo. Aquí también se encuentra la escultura Nordeste del artista Joaquín Vaquero Turcios.
El Elogio del horizonte se encuentra en la cima del cerro de Santa Catalina. Ofrece vistas al golfo de Vizcaya desde el extremo norte del barrio de Cimadevilla, en el cabo de Santa Catalina que sobresale al norte de Gijón. Puedes coger un autobús hasta la parada situada en el extremo suroeste del parque y subir la colina a pie. Otros lugares de interés de la zona son la plaza de la Soledad, la plaza de la Corrada y las termas romanas de Campo Valdés.