Si atiendes exclusivamente al tamaño relativamente pequeño de la iglesia de San Sebastián de Toledo, puedes tener la impresión de que no merece la pena acercarse. Sin embargo, es una de las iglesias más antiguas de la ciudad y, en su construcción, se observan materiales que se utilizaron en distintos periodos. Hoy en día, todavía desempeña un papel importante en la sociedad.
Cuando se construyó en el sigloX, el templo comenzó siendo una mezquita. Antes de entrar, levanta la vista para contemplar el campanario que se alza donde en otros tiempos se erguía un minarete.
La estructura recibió originalmente el nombre de al-Dabbagin. Más tarde, en el sigloXI, se convirtió en una parroquia del rito mozárabe que precedió al romano de la iglesia católica. Esta iglesia servía a una de las seis parroquias mozárabes de la ciudad de Toledo.
Trata de imaginar cómo era la época en la que la iglesia se encontraba situada cerca de la puerta entonces conocida como Bab-al-Dabbagin. Este enclave también cambió de nombre bajo la influencia española para convertirse en la Puerta de los Curtidores.
La estructura se amplió en el sigloXI y se llevaron a cabo obras de reconstrucción a finales de los siglosXII y XIII. Por último, la torre se levantó en el sigloXV.
En el interior de la iglesia todavía se pueden ver restos de sus inicios árabes en las columnas situadas junto a los muros interiores. Esta fusión de estilos y la combinación de elementos musulmanes y cristianos clasifica al edificio como mudéjar.
En la actualidad, la iglesia se utiliza principalmente como recinto de conciertos y tiene capacidad para 150personas. Si tienes la ocasión cuando viajes a Toledo, intenta acercarte para disfrutar del imponente sonido de las actuaciones en este encantador escenario.
La iglesia de San Sebastián se encuentra al norte del Tajo, en el barrio de Curtidores. Toledo es una ciudad repleta de hermosas iglesias y es innegable que esta bien merece una visita, además de por su belleza, por ser uno de los templos religiosos más antiguos de la ciudad.