La iglesia de Santa Bárbara, también conocida como la catedral de Santa Bárbara, es uno de los edificios más famosos de Kutná Hora y se halla situada sobre una colina. Su construcción duró cinco siglos y está considerada como un gran ejemplo de la arquitectura gótica de Bohemia. En su interior podrás observar frescos medievales, capillas, estatuas y relieves adornados con ricos detalles.
La iglesia se comenzó a construir a finales del siglo XIV, durante una época de prosperidad económica en la ciudad debida a la producción de las minas de plata. Sin embargo, la estructura no se terminó hasta el año 1905 a causa de diferentes periodos de retraso. Está dedicada a Santa Bárbara, la santa patrona de los mineros.
Sus tres torres con techo de aguja le dan un aspecto verdaderamente impresionante. Te recomendamos traer unos prismáticos o una cámara con la que puedas ver bien de cerca los detalles de las diferentes figuras de murciélagos, ranas, carneros alados y demonios que adornan la parte superior de la iglesia.
Después, recorre el interior cavernoso. Una gran parte de la decoración data de las restauraciones que se realizaron en el siglo XIX, aunque también hay otras piezas más antiguas. Examina con detenimiento los frescos medievales de la iglesia. En ellos podrás ver escenas de la vida diaria en un pueblo minero medieval, así como temas religiosos. Pasea junto a las vidrieras policromadas, algunas de las cuales muestran las técnicas medievales de la minería y escenas del comercio de sus productos. También hay varias estatuas de mineros, además de los personajes bíblicos que decoran la iglesia.
Mira hacia el suntuoso techo y verás los escudos de armas del gremio. Acércate después al altar principal y observa el magnífico relieve de madera de La última cena que adorna la parte posterior. En la zona trasera de la iglesia verás el órgano de tubos y figuras de ángeles que tocan instrumentos musicales.
La iglesia de Santa Bárbara está a diez minutos a pie de la plaza Palackeho y el centro de la ciudad. Abre todos los días, aunque los horarios varían según la temporada. Se cobra una cuota de entrada, con descuentos especiales para niños, estudiantes y jubilados. Y, ya que estás por la zona, aprovecha la ubicación de la iglesia sobre una colina para disfrutar de las magníficas vistas de la ciudad y la campiña de los alrededores.