El lago St. Moritz es una bella cuenca en el corazón de un pintoresco valle. Hermosas laderas verdes se conjugan junto a sus plácidas aguas, conocidas por su conexión con el polo ecuestre tradicional. Si realizas tus viajes a St. Moritz en invierno, podrás ver espectaculares exhibiciones deportivas sobre hielo, con el impresionante telón de fondo que conforman las montañas nevadas.
Si buscas una ruta sencilla para hacer con tu familia, puedes rodear este lago, de 1,6 kilómetros de longitud y 600 metros de ancho. Recorrerás el denso bosque circundante de pinos verdes que parecen pequeños ante las imponentes cumbres montañosas. Si eres aficionado al footing, no dejes pasar la oportunidad de salir a correr por la orilla del lago por la mañana temprano, cuando se puede ver cómo la niebla emana del agua.
El lago y sus espectaculares alrededores forman una auténtica imagen de postal que puedes inmortalizar con tu cámara mientras disfrutas de la tranquilidad de esta serena zona, lejos de las bulliciosas ciudades europeas. Normalmente el lago es muy tranquilo y no suele haber más de uno o dos veleros surcando sus aguas. En el crepúsculo, cuando el sol se esconde tras las montañas, se crea un momento particularmente romántico digno de recordar.
La estación de esquí es conocida como el lugar de nacimiento del turismo de invierno alpino, una tendencia que comenzó en 1860. Desde entonces, aquí se han celebrado los Juegos Olímpicos de Invierno en dos ocasiones. Esta es una zona con mucha historia, que empezó siendo popular como ciudad balneario por sus manantiales minerales.
Deberás preparar tu visita en enero si quieres asistir a la Copa Internacional de Polo de St. Moritz. La entrada básica a este evento es gratuita. Si vas en febrero, podrás mezclarte entre los miembros de la alta sociedad y los aficionados al deporte en las carreras a caballo sobre hielo. Para algunos, este es uno de los eventos más exclusivos del calendario social.
El lago St. Moritz se encuentra en el pueblo homónimo, en la parte más oriental de Suiza, cerca de la frontera con Italia y Austria. Está al sureste del vasto Parc Ela, en el distrito lacustre de Alta Engadina. Puedes llegar en tren a la estación de la orilla norte. Una vez allí, puedes visitar otros puntos de interés cercanos, como Kulm Golf St. Moritz, el Museo Segantini y las estaciones de esquí que rodean St. Moritz y Pontresina.
