Pasea entre la torre Eiffel, la torre inclinada de Pisa y el muro de Berlín en esta magnífica colección de atracciones turísticas europeas en miniatura. Desde 1989, Mini-Europe ha invertido millones de dólares y miles de horas en realizar meticulosas reproducciones de las construcciones más simbólicas de la Unión Europea.
Hay más de 80 ciudades representadas, con un total de 350 réplicas. Algunas de las reproducciones son interactivas, como la del Vesubio, con erupciones cada cierto tiempo, y varios medios de transporte que atraviesan el parque. Mini-Europe es una atracción ideal para las familias, que gustará tanto a grandes como a pequeños.
Podrás admirar la perfección de cada detalle mientras recorres el parque. Todas las reproducciones, construidas en resina, poliéster o piedra, se crean a partir de un molde y se pintan antes de añadir las decoraciones y la iluminación. Aunque las llamen miniaturas, en realidad cada réplica mide 1/25 del original, un tamaño más que suficiente para poder observar la decoración externa y el cuidado de las tallas. Podrás escuchar las campanadas del Big Ben o las mandolinas de Venecia. Siéntate junto a los agradables arroyos que pasan junto a los monumentos mientras visitas toda Europa en pocos pasos.
Con una visita a Mini-Europe podrás hacerte una idea de todos los movimientos arquitectónicos que caracterizan los distintos países de Europa. Aunque no hay nada como visitar los monumentos originales, aquí podrás pasar de la arquitectura romana de Italia a las obras de arte góticas de Hungría y la República Checa en pocos pasos. Las reproducciones están claramente señalizadas con carteles que incluyen información histórica interesante sobre cada monumento.
Diviértete haciéndote fotos junto a la torre Eiffel de cuatro metros de altura o el monumento a Colón de Barcelona en miniatura. Cuando tengas hambre, acércate a la taberna europea del parque a tomar algo.
Mini-Europe se encuentra detrás del Atomium y es posible llegar en coche o en metro. No dispone de aparcamiento, pero se puede aparcar en las calles que rodean la zona por un módico precio. Mini-Europe abre todos los días y se paga una pequeña cantidad por la entrada.