Nagano se ubica en Honshu, la principal isla de Japón, y es la capital de la prefectura homónima. La ciudad es más conocida por ser el lugar en el que se encuentra el templo Zenkoji, un tesoro nacional. Acude a este importante lugar de peregrinaje, pero no te olvides de aprovechar al máximo el resto de atracciones de la región. En las montañas de los alrededores podrás disfrutar del esquí o ver a los macacos bañarse en aguas termales. Descubre la cultura de los guerreros samurái, y admira los castaños y las hayas tricentenarias del Parque Natural de Oku Susobana.
Visita el grandioso complejo de Zenkoji para maravillarte con uno de los templos de madera más grandes de Japón. El edificio principal, cuya estatua de buda fue al parecer de las primeras de Japón, data del siglo VII.
Ven en tren a la ciudad castillo, en el barrio de Matsushiro, para conocer el legado de un caudillo del siglo XVII. Descubre el modo de vida samurái en las residencias de Sanada y Yokota, y en el museo del tesoro de Sanada. Explora el búnker en el que se ocultó el Emperador y el Gobierno durante la Segunda Guerra Mundial.
Demuestra tu destreza lanzando “shuriken”, estrellas ninja, en el museo Togakure Ninpo. Recorre laberintos y puertas secretas, y conoce a Nishina Daisuke, un samurái que creó su propio estilo de “ninjutsu”.
Ven al Parque Nacional Joshinetsu Kogen y observa a los monos de la nieve bañarse en las aguas termales del parque de monos Jigokudani, en Yamanouchi. Tú también puedes sumergirte en aguas termales en los “onsen”, los balnearios típicos de Japón. En invierno, en la cercana meseta de Shiga, podrás disfrutar de la nieve en más de 20 estaciones de esquí.
Nagano se encuentra a unas dos horas en tren de Tokio. Su principal centro de transportes dispone de buenas conexiones con las principales atracciones tanto de la ciudad como de los alrededores. También puedes alquilar un coche para explorar los paisajes que rodean la ciudad, y apuntarte a recoger setas y fruta o a visitar una fábrica de “miso”. Nagano tiene una larga tradición gastronómica por los monjes budistas del templo Zenkoji, por lo que quizá los vegetarianos quieran quedarse un tiempo más en esta zona.