Parque Nacional de Bako

Sumérgete en este entorno de vida salvaje que sería de una perfecta tranquilidad si no fuera por el canturreo y los aullidos de la abundante fauna salvaje. Cascadas, playas, bosques húmedos, espesas junglas y hábitats de manglares costeros otorgan carácter a este parque donde casi cualquier especie de la flora de Borneo puede encontrarse. Los distintos hábitats ofrecen la posibilidad de ver primates, tragúlidos, tarseros, jabalís barbudos, civetas, nutrias, cangrejos, anémonas de mar y estrellas de mar. Desde la capital de Sarawak, Kuching, lleva unos 20 minutos en autobús llegar a la oficina del Parque Nacional de Bako, para cuyo acceso necesitarás un permiso y pagar una pequeña tarifa de admisión. Dirígete al embarcadero para llegar al parque dando un paseo en barco por estás preciosas aguas. Temprano por la mañana o por la noche son los mejores momentos para ver las increíbles criaturas de Bako. Para una experiencia nocturna más profunda, haz una reserva en un campamento o albergue rústico, o en un lugar con todas las comodidades. Asegúrate de coger la cámara para tu aventura en Bako, los animales aquí están muy acostumbrados a los humanos. De hecho, tendrás que asegurar bien tu tienda o la habitación compartida contra los macacos, pues no tendrán reparos en rebuscar entre tus cosas algo de comida. Cuando te pongas en marcha, está atento a las caídas y carcajeo de los raros monos narigudos, que solo existen en Borneo. Solo unas 300 de estas criaturas de nariz grande viven en el Parque Nacional de Bako, así que pregunta al guardabosques cuáles son los senderos por lo que se los ha visto recientemente y tener así más posibilidades de encontrarte con estos monos de particular aspecto. Hay diferentes senderos, desde cortos y fáciles de recorrer hasta senderos para realizar por la noche, por lo que hay para todos los niveles de estado físico.