El paseo de la Concha es el bulevar central de San Sebastián, por lo que también es el lugar en el que se celebran muchos de los eventos, las ceremonias y las actividades que se organizan en la ciudad. Con su balaustrada blanca y las altas torres de reloj que se elevan sobre la playa, este lugar es uno de los puntos de referencia más emblemáticos de toda la región. ¡Únete a los corredores y patinadores en esta animada avenida peatonal con forma de herradura!
La zona es perfecta también para sacar unas fotos inolvidables de la bahía de la Concha y la isla de Santa Clara. Al este verás el monte Urgull y, en el lado occidental, el acantilado del Pico del Loro, que separa la playa de Ondarreta de la de La Concha. Para llegar a la arena dorada de esta última, debes bajar por las escaleras y las rampas del paseo homónimo.
También es un destino ideal para descansar con un aperitivo o un refresco en las cafeterías que ofrecen vistas al mar. Aunque también puedes comprar un chocolate con churros en los puestos y tiendas que adornan el bulevar y recorrerlo a tu aire. Si no has venido hasta aquí para descansar, verás diversos turoperadores en la playa que alquilan tablas de surf y otros equipos para practicar deportes acuáticos. Asimismo, esta animada parte del casco antiguo también resulta ideal para sentarse en un banco y observar el ir y venir de los transeúntes.
Las barandillas blancas que recorren todo el paseo marítimo son obra del arquitecto Juan Rafael Alday. Seguro que, entre las fascinantes características del bulevar, también llamarán tu atención las elegantes torres de reloj y las farolas de varios brazos, cuyos símbolos con forma de concha adornan los premios del famoso festival de cine de la ciudad.
Otra recomendación es que te quedes para contemplar la puesta de sol, cuando los matices rojizos del cielo comienzan a extenderse por la bahía. Además, varios bares y restaurantes de la zona ofrecen a partir de ese momento una atmósfera bulliciosa y entretenida.
El paseo de La Concha discurre paralelo a la playa homónima, en el corazón de San Sebastián. Puedes llegar en autobús hasta una de las muchas paradas que hay a lo largo de la calle y recorrer el paseo a pie.
Aprovecha tu estancia para visitar otros lugares de interés de los alrededores, como la catedral del Buen Pastor de San Sebastián, los jardines de Alderdi Eder y la plaza Gipuzkoa.