Viaja hasta la península de Izu, al sur de Tokio, y descubre paisajes impresionantes, tranquilos pueblecitos costeros y manantiales de aguas termales. Tanto si buscas descubrir la historia local como descansar en un complejo turístico, en la península de Izu disfrutarás de paz y tranquilidad.
Este lugar ha sido, durante décadas, un destino muy popular de escapada para los habitantes de Tokio. En los últimos tiempos, el desarrollo turístico y el sistema de ferrocarril de alta velocidad de Japón han colocado la región de Izu al alcance de todos.
Visita la localidad costera de Toi y descubre la tradición de la región en el sector de la minería de oro. Pasa una tarde recorriendo las exposiciones de historia de Toi Kinzan, un museo dedicado a esta industria. Acércate a la antigua mina de Toi, muy cerca de allí, y podrás recorrer zonas del largo túnel que serpentea por debajo de la ciudad. No pierdas la oportunidad de probar tus habilidades en la criba de oro.
Toi tiene fama de localidad playera tranquila pero, aunque está más alejada que cualquiera de los destinos turísticos más importantes de la península, los impresionantes paisajes que la rodean bien merecen las horas de viaje. Sumérgete en las aguas de la playa de Toi con la silueta del monte Fuji, la montaña más alta de Japón, como telón de fondo. Después, pasea bajo los frondosos cerezos del templo Anrakuji.
Puedes alquilar un coche o una moto y descubrir el Parque Nacional de Fuji-Hakone-Izu, que domina la mayor parte de la península. Los altos picos y los valles tapizados de verde se encuentran salpicados de pequeños onsen, las termas tradicionales japonesas. Relájate después de un día de actividades y deja que las aguas termales eliminen la tensión de los músculos.
La península de Izu está situada a aproximadamente 130 kilómetros del centro de Tokio, y puedes llegar en coche, tren o autobús. La costa este se encuentra bien conectada por la red JR de ferrocarril. No obstante, si deseas visitar Toi y la costa oeste, quizá prefieras la independencia de un coche de alquiler. La región está especialmente bonita a principios de abril, con los cerezos en plena floración.