La plaza de San Miguel se encuentra en el centro de Lucca y disfruta de un ajetreado ambiente desde hace 2.000 años. La plaza ocupa el lugar del antiguo foro romano, donde se celebraban las procesiones triunfales, los discursos públicos y los asuntos políticos y comerciales. Actualmente, tanto los visitantes como los residentes acuden para disfrutar de sus restaurantes, edificios medievales y mercados.
Dominando la plaza se encuentra la iglesia de San Miguel, cuyos orígenes datan del siglo XII, y por la que la plaza recibe su nombre. La construcción de la basílica duró 200 años y todavía está sin finalizar. Los trabajos de construcción se paralizaron cuando se agotaron los fondos para el proyecto, por lo que la fachada principal es más grande que el edificio. Contempla con tranquilidad los detalles exteriores de mármol blanco. La sección inferior, comparativamente más sencilla, está cubierta de elaborados niveles de esculturas, tallas, columnas salomónicas y arcos. Observa en el tejado la gran estatua de mármol del arcángel Miguel matando a un dragón. A continuación, accede al interior para disfrutar de su belleza repleta de frescos, pinturas y esculturas. Entre los aspectos más destacados, se encuentra la terracota vidriada de la Virgen y el niño.
Al dejar la iglesia, date una vuelta por la plaza para explorar las vistas que te ofrece. Detente en la estatua de Francesco Burlamacchi, un prominente político del siglo XVI que fue decapitado en el año 1548. Examina la fachada del palacio Gigli construido en el siglo XVI, ocupado actualmente por una sucursal de un banco local. Averigua qué se celebra en el palacio Pretorio de estilo renacentista el edificio es la sede habitual de exposiciones de arte y festivales gastronómicos.
Si visitas Lucca durante el mes de diciembre, no te pierdas el mercado de Navidad de la plaza. Encontrarás decenas de puestos de artesanía local, juguetes, dulces y productos regionales gastronómicos.
Una vez que hayas inspeccionado todos los lugares de interés, relájate en los bares o cafés de la plaza de San Miguel. Si lo prefieres, puedes degustar uno de los dulces de Lucca en las pastelerías cercanas a la plaza.