La playa del Trópico de Cáncer, también conocida como playa Pelícano, es el motivo por el que la mayoría de los turistas visitan las Exumas. El meridiano imaginario del Trópico de Cáncer atraviesa un tramo de escaleras que descienden a la playa de arena, de difícil acceso. Gracias a la dificultad del camino, el paraje sigue siendo un lugar tranquilo de impresionante belleza. Antes de salir, coge la comida y el equipo de buceo para disfrutar al máximo del día.
Al llegar podrás sacar una foto a la línea del Trópico de Cáncer, pues fue pintada en los escalones que descienden a la playa. Esta línea imaginaria, que marca el límite norte de los trópicos a 23 grados de latitud, pasa por el sitio donde las agrestes dunas de la playa dan lugar a la suave arena.
La playa del Trópico de Cáncer es la más larga de la isla, ya que la franja de arena que bordea las aguas azules del océano se extiende más de medio kilómetro. La playa no dispone de instalaciones ni servicios de ningún tipo, por lo que es recomendable traer algo de comida, agua y todo lo que necesites. Y es que las tranquilas aguas de esta ensenada resguardada son un lugar excelente para nadar y bucear. Además, podrás observar todo tipo de coloridos peces.
Si quieres maravillarte con los paisajes que rodean la playa, puedes dar un agradable paseo por la orilla que bordea la Colina Moore. Aunque es una de las más bonitas de las Bahamas, el lugar suele estar vacío. Aquí disfrutarás de la mayor tranquilidad cuando viajes a William's Town.
La playa del Trópico de Cáncer se encuentra en el lado este de la Pequeña Exuma. Si viajas desde la Gran Exuma, es mejor preguntar a los locales cómo se llega a la playa tras cruzar el puente de un solo carril hacia la Pequeña Exuma. No encontrarás carteles que indiquen el camino, pero tienes que girar a la izquierda cuando veas un poste de teléfono con reflectores azules. Enseguida verás el sendero de piedras que conduce a la playa. Es recomendable alquilar un vehículo apropiado para carreteras difíciles y conducir con cuidado.