Praia da Rainha significa "playa de la reina". La princesa Amelia de Orleans, la última monarca consorte de Portugal, se enamoró de su arena dorada, sus vistas a la bahía y su ubicación aislada, por lo que la convirtió en un lugar privado en el que refrescarse. En la actualidad, esta pequeña franja vuelve a estar abierta al público.
Sus aguas tranquilas son perfectas para nadar y dan acceso a una pequeña cala rocosa rodeada de acantilados en la que podrás practicar buceo de superficie y observar la vida marina. Se trata de una auténtica joya con una alfombra dorada de arena fina para que los niños puedan jugar.
No hay nada mejor que descansar aquí de una sesión de tiendas y atracciones en Cascaes. Puedes alquilar una tumbona y broncearte, o leer un libro bajo una sombrilla mientras escuchas los sonidos de las gaviotas y las familias que juegan a tu alrededor.
Cuando llegue la hora de almorzar o tomar algo, encontrarás un chiringuito allí mismo o numerosas cafeterías en el paseo situado detrás de la playa. Desde sus terrazas podrás contemplar el puerto deportivo y las embarcaciones de pesca y recreo que se mecen en el agua mientras saboreas platos de calamares, sardinas y almejas portuguesas.
Si quieres descubrir otras playas de los alrededores, como la de la Concepción, puedes recorrer el malecón a pie o en bicicleta. El cómodo paseo marítimo lleva hasta São João do Estoril, a unos treskilómetros de distancia. En los días de mucho calor, podrás refrescarte a lo largo del camino con un chapuzón en la Piscina do Tamariz, una laguna entre las rocas con una plataforma artificial.
La playa de Rainha se encuentra situada entre la costa y la Rua Frederico Arouca, la calle principal de la ciudad. Es muy fácil llegar a Cascaes en tren desde Lisboa, ya que está situada a unos 33kilómetros al este.
En un día claro o después de anochecer, podrás ver la silueta de la capital portuguesa en la distancia.
La playa está muy cerca andando de la estación de tren de Cascaes y suele llenarse de gente en temporada alta, por lo que lo mejor es venir temprano por la mañana o a última hora de la tarde para disfrutarla sin multitudes. Es un lugar protegido muy adecuado para niños pequeños que cuenta con servicio de socorristas durante los meses estivales.