Esta espaciosa plaza, construida en el siglo XIX, constituye uno de los principales lugares de esparcimiento del centro histórico de Málaga. Sus cafés, bares y restaurantes hacen de la plaza de la Merced un lugar perfecto para pasear a la caída de la tarde, cuando visitantes y malagueños aprovechan para reunirse, charlar y disfrutar de los últimos rayos del sol. Elige cualquiera de las terracitas situadas en la parte norte y pide un café o una tapa para matar el gusanillo. Mientras tanto, no pierdas la oportunidad de admirar la estatua de bronce que representa a Picasso sentado en un banco, o de visitar su casa natal.
La plaza se encuentra presidida por un monumento neoclásico con forma de obelisco. Este monumento funerario fue construido como homenaje al general Torrijos y sus compañeros, que fueron fusilados en 1831. En la parte noroeste de la plaza aún pueden verse los restos de la Iglesia y Convento de Nuestra Señora de la Merced, erigida en el siglo XVI y que ardió tras la llamada "quema de conventos" de 1931.
Pide un jerez o una cerveza bien fría en cualquiera de los bares de la plaza, o aprovecha para sentarte en uno de sus bancos para disfrutar del ritmo de esta animada plaza. Podrás ver el continuo vaivén de los residentes del casco antiguo desde y hacia los distintos mercados de productos frescos. Esta plaza también suele acoger espectáculos de música en directo, representaciones teatrales y festivales. Las "estatuas vivas" también son frecuentes en esta plaza, ya que tienen bastante éxito entre niños y no tan niños. Aprovecha la oportunidad para hacerte una foto con ellas o verlas realizar sus trucos si les das un par de monedas.
A finales de octubre se celebran varios eventos para conmemorar el nacimiento de Pablo Picaso. La casa que le vio nacer, situada en esta plaza, es ahora un museo dedicado a conservar y mostrar algunos de los trabajos de este gran artista.
La Alcazaba, una fortificación palaciega de época musulmana, se encuentra a tan solo unos minutos a pie de aquí. Desde la Alcazaba puedes tomar un estrecho callejón que te llevará directamente hasta el imponente castillo de Gibralfaro.
Puedes llegar a la plaza de la Merced a pie mientras exploras el casco histórico de la ciudad, aunque si lo prefieres, también es posible coger un autobús y bajarte en la parada de la plaza de la Merced, situada en el lado este. Sus numerosos bares y restaurantes suelen estar abiertos hasta muy tarde, y siempre puedes coger un taxi desde la plaza para volver directamente a tu hotel.