Cuando viajes a Bath, aprovecha para tomar algo en Sally Lunn's: un tentempié, un almuerzo ligero, una comida contundente... Sobre todo, prueba los bollos de Bath, una especialidad de la región que se originó en este lugar emblemático. El edificio histórico es una mirada al pasado, que puedes completar en el museo. En este último aprenderás más sobre la biografía de Sally Lunn y verás el lugar donde cocinaba sus deliciosas recetas.
En esta cocina de exposición también se explican los orígenes del edificio. Aunque la verdadera historia de Sally Lunn y la invención del bollo de Bath es un misterio, en el museo se intenta desentrañar la leyenda que rodea a la cocinera. Bajo la vivienda aún se conservan unas ruinas romanas, abiertas al público, y el horno de piedra que Sally podría haber utilizado, así como muchos de los utensilios que se usaban en las cocinas de aquella época.
En el restaurante podrás probar uno de los bollos de Sally Lunn. Las pastas tienen diferentes coberturas, dulces y saladas, y son un delicioso aperitivo en cualquier momento del día. Sally Lunn's cuenta con menús diferentes para el día, la tarde y la noche. Además, se puede elegir entre diferencias opciones de té, pasteles y otras pastas. Si tienes mucha hambre, pide uno de los "trenchers" que se ofrecen en el restaurante: la comida se sirve en un pan rústico, que absorbe los sabores de los alimentos y se puede comer como acompañamiento.
El edificio de Sally Lunn's data de la época medieval, aunque los restos hallados en las excavaciones de la bodega demuestran que en este sitio había un antiguo edificio romano. Se pueden observar los restos del sistema de calefacción que discurren por debajo del suelo, los azulejos y otros hallazgos de la época. Más tarde, el edificio formó parte de la sección sur de la abadía de Bath, y data de la reconstrucción del siglo XII.
Sally Lunn's está en el centro de la ciudad de Bath, cerca de los baños romanos y de la abadía de Bath. Por la mañana no es necesario reservar mesa, pero es recomendable hacerlo por la noche, sobre todo si viajas con un grupo grande. La cocina permanece abierta desde la mañana hasta la noche. Las cenas tienen un toque romántico, pues se sirven a la luz de las velas. El museo de la cocina cierra un poco más temprano que el restaurante y el domingo los horarios son completamente diferentes.