Busca entre los distintos viajes a Nankín disponibles y no te marches sin visitar el Templo de Confucio, que se construyó para honrar y rendir culto al célebre pensador y filósofo chino. También es el lugar en el que los estudiantes imperiales permanecían encerrados en celdas individuales durante días enteros para realizar importantes exámenes.
El templo original se construyó en el sigloXI, durante la dinastía Song. Desde entonces, se ha destruido y reconstruido en numerosas ocasiones. La última de ellas, en1984, cuando se reconstruyó conforme a los estilos arquitectónicos de las dinastías Ming y Qing.
Cruza la gran puerta tradicional del templo para escapar del bullicio de las calles. Como los edificios del interior, la entrada presenta los emblemáticos aleros chinos vueltos hacia arriba, que supuestamente alejan a los malos espíritus.
Después, haz una visita con audioguía por los edificios principales. En la Sala Dacheng, observa la enorme figura del gran filósofo, así como los paneles de jade tallados en los que se representan escenas de su vida. Ve a la Sala de la Gran Perfección, donde se celebraban conciertos de música confuciana. En la Torre Qingyun se honraba a los profesores y discípulos confucianos.
Pasea por la Sala de Exámenes de Jiangnan. Después de rezarle a Confucio para que les ayudara a lograr el éxito, los estudiantes se enfrentaban a nueve días de exámenes para convertirse en burócratas imperiales. Los exámenes se realizaban en celdas diminutas en las que los aspirantes a funcionarios dormían por la noche para luego levantarse y continuar con otro día de pruebas. Mientras pasees por el complejo, observa las esculturas de mármol de Confucio y sus estudiantes que están repartidas por todo el recinto.
El templo destaca especialmente cuando se ilumina por la noche y la mejor vista es la que se obtiene desde el agua. Después de explorar los edificios del templo, da un paseo en barca por el río Qinhuai. Desde allí podrás ver la larga muralla protectora de 110metros, la mayor de su estilo en China, cubierta con inmensos dragones dorados.
Para llegar al Templo de Confucio, móntate en cualquiera de los distintos autobuses que llevan a la estación de Fuzimiao, en el sur de Nankín. El complejo abre todos los días y se requiere el pago de una entrada.