Visita la tumba de Dante Alighieri para descubrir cómo la actividad política del poeta florentino lo llevó a pasar sus últimos años en Rávena. Dante Alighieri, considerado uno de los escritores italianos más destacados de la historia, fue enterrado en esta ciudad. En la actualidad, los visitantes de todo el mundo acuden a su tumba para homenajearlo. Visita la tumba de Dante Alighieri para ofrecerle tu propio homenaje, reflexionar en su sosegado ambiente, admirar el monumento neoclásico y contemplar la urna con el epitafio escrito por Bernardo Canaccio.
Emprende el lago camino por el tranquilo sendero que lleva a la tumba. Esta vía, empedrada y bordeada por edificios históricos de ladrillo, es especialmente calmada. Fíjate en la pequeña estructura blanca que hay al final de la calle: es donde descansan los restos de Dante.
Aunque Dante falleció en 1321, la tumba actual no se construyó en la Edad Media, sino mucho más tarde. Presta atención a los elementos neoclásicos del diseño de Camillo Morigia, que se completó en 1780. En su interior, encontrarás la urna con el epitafio de Canaccio, escrito seis años después de la muerte de Dante.
Observa el relieve instalado sobre la urna, obra de Pietro Lombardo, en el que aparece Dante leyendo un libro ante su escritorio. Es interesante señalar que el relieve es casi 300años anterior a la tumba actual y, en su origen, estaba situado en la Basílica de San Francisco.
Explora los alrededores de la tumba y verás el lugar donde se situaron temporalmente las cenizas de Dante en la Segunda Guerra Mundial. Las cenizas se trasladaron a un sitio cercano, bajo una pequeña placa ahora cubierta de hiedra, para protegerlas de los bombardeos.
La tumba de Dante Alighieri está situada justo al lado del Museo de Dante y la Basílica de San Francisco, y la mejor manera de llegar es a pie. Hay una parada de autobús y aparcamiento con parquímetro en los alrededores. La tumba se puede visitar todos los días gratuitamente.