Hoteles históricos en Zújar

Seguramente, los lugares históricos de Zújar ocupen gran parte de tu itinerario turístico. Y una vez en este destino, ¿por qué no aprovechar para admirar sus vistas al lago y probar sus restaurantes?

Hostal Restaurante Jaufil es un alojamiento disponible en Expedia que te encantará si te apasiona la historia y, además, cuenta con un restaurante y wifi gratis.

En Zújar encontrarás 8 hoteles y otros alojamientos que puedes reservar en Expedia, pero no muchos hoteles históricos para elegir.

Esta ciudad cuenta con rincones magníficos, como Embalse del Negratín, Iglesia de la Anunciación y Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza en Jabalcón. Puedes añadir estas dos paradas a tu itinerario: Cerro Jabalcón y Granada Geopark.

Cuando un huésped elige un hotel histórico, tiene la posibilidad de quedarse en un edificio reconocido por su importancia histórica. En el mundo se pueden encontrar hoteles históricos muy variados: castillos, palacios, o incluso antiguas comisarías o rascacielos. Independientemente de su origen, estos edificios tienen cierto interés histórico. Los hoteles históricos de Zújar aún conservan características originales en las habitaciones o en las zonas comunes, como una decoración o arquitectura tradicional.

Son bastante parecidos. En algunas regiones es más habitual la denominación “hotel histórico”, mientras que en otras se usa más “hotel patrimonial”. Los hoteles históricos suelen dar más relevancia a la arquitectura y el propio edificio. Los hoteles patrimoniales se centran principalmente en el valor cultural del lugar y su aporte a la comunidad local.

Sí. Aunque se hace todo lo posible por mantener los elementos originales y las fachadas históricas, el interior del hotel cuenta con medidas de seguridad y servicios modernos. Los huéspedes pueden esperar las instalaciones habituales de un hotel, como habitaciones privadas con baños cómodos, calefacción, aire acondicionado y conexión a Internet de alta velocidad. En Zújar, reservar un hotel histórico no significa dormir en un lugar incómodo ni anticuado.