Las cataratas del Niágara son una atracción tan inmensa que, literalmente, se encuentran a caballo entre dos países: cruzan la frontera entre el estado de Nueva York y la provincia canadiense de Ontario.
Visita este espectacular parque en el norte de la isla de Cabo Bretón y podrás recorrer bosques, contemplar delfines y ballenas o nadar en lagos de agua dulce.
El interior dorado y azul del corazón espiritual de Montreal fascina tanto a visitantes como a peregrinos. Antiguamente era el lugar de culto más grande de toda Norteamérica.
Las cataratas del Niágara son una atracción tan inmensa que, literalmente, se encuentran a caballo entre dos países: cruzan la frontera entre el estado de Nueva York y la provincia canadiense de Ontario.
Siente la salpicadura de este salto de agua, que es aún más alto que las famosas cataratas del Niágara y que en invierno se congela, paseando a unos metros sobre él.
Quebec, pintoresca capital de la provincia canadiense homónima, permite conocer junto con los parajes naturales circundantes un pedacito de Francia en Norteamérica.
Las cataratas del Niágara son una atracción tan inmensa que, literalmente, se encuentran a caballo entre dos países: cruzan la frontera entre el estado de Nueva York y la provincia canadiense de Ontario.
El interior dorado y azul del corazón espiritual de Montreal fascina tanto a visitantes como a peregrinos. Antiguamente era el lugar de culto más grande de toda Norteamérica.
Quebec, pintoresca capital de la provincia canadiense homónima, permite conocer junto con los parajes naturales circundantes un pedacito de Francia en Norteamérica.
Una vez núcleo de la floreciente industria naval de Montreal, esta zona histórica y recreativa atrae ahora millones de visitantes a las orillas del río San Lorenzo.
El encanto de La Ciudad de los Cien Campanarios te atrapará con su identidad francesa, los festivales que se celebran durante todo el año y uno de los cascos antiguos más cuidadosamente conservados de Norteamérica.
Una vez núcleo de la floreciente industria naval de Montreal, esta zona histórica y recreativa atrae ahora millones de visitantes a las orillas del río San Lorenzo.
Esta moderna basílica y \"casa de los milagros\" se encuentra en lo alto de la ciudad y ofrece serenidad y tranquilidad con una combinación de arquitectura renacentista italiana y las mejores vistas de Montreal.
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