A menudo descrita como una de las mejores playas del mundo, esta remota e inmaculada extensión de arena blanca está rodeada de palmeras y enormes montañas.
Déjate llevar por el encanto sencillo de esta ciudad portuaria a la que los turistas acuden por su costa y sus bosques pintorescos, que se pueden explorar a caballo o en tirolina.
Sube por el empinado sendero que asciende esta montaña para disfrutar de las espléndidas vistas que te permitirán ver hasta Venezuela cuando el día está despejado.