Dallas debe su fama mundial a la serie de los 80 y sus magnates del petróleo, sombreros vaqueros, hombreras y melenas. Todo eso sigue ahí, aunque con mejor gusto.
Las cataratas del Niágara son una atracción tan inmensa que, literalmente, se encuentran a caballo entre dos países: cruzan la frontera entre el estado de Nueva York y la provincia canadiense de Ontario.