Visita los mercados callejeros, los parques, los barrios de diversión nocturna y los museos de este animado bulevar, una de las vías más largas de Tailandia.
Un icono religioso de Tailandia, pequeño pero importantísimo, sobre su pedestal dorado dentro del recargado marco del Wat Phra Kaew, en el complejo del Gran Palacio.
Pattaya, un caleidoscopio de neón con una vida nocturna agitada, es la segunda ciudad más visitada de Tailandia. La ciudad ha atenuado su imagen y, por este motivo, cada vez más parejas y familias visitan sus playas.
Sé testigo de una obra maestra de la arquitectura en este edificio que combina los símbolos religiosos del sureste asiático con siglos de antigua artesanía.
Ko Samui es la clásica isla paradisiaca que sacan en las películas. Playas prístinas de arena blanca, agua azul transparente y una increíble vida nocturna.
Visita los mercados callejeros, los parques, los barrios de diversión nocturna y los museos de este animado bulevar, una de las vías más largas de Tailandia.
Visita los mercados callejeros, los parques, los barrios de diversión nocturna y los museos de este animado bulevar, una de las vías más largas de Tailandia.
Pasea por playas apacibles, admira templos vistosos y disfruta de una excursión por un mercado flotante y un santuario de elefantes en esta ciudad del norte de Pattaya.
Disfruta de atardeceres de ensueño, deportes acuáticos, ocio en familia, espectáculos culturales tailandeses y vistas impresionantes en este enorme complejo turístico.
Sé testigo de una obra maestra de la arquitectura en este edificio que combina los símbolos religiosos del sureste asiático con siglos de antigua artesanía.
Un icono religioso de Tailandia, pequeño pero importantísimo, sobre su pedestal dorado dentro del recargado marco del Wat Phra Kaew, en el complejo del Gran Palacio.
Visita los mercados callejeros, los parques, los barrios de diversión nocturna y los museos de este animado bulevar, una de las vías más largas de Tailandia.
Un icono religioso de Tailandia, pequeño pero importantísimo, sobre su pedestal dorado dentro del recargado marco del Wat Phra Kaew, en el complejo del Gran Palacio.