A través de una ventana en el atrio de este elegante convento del siglo XVII, las monjas de clausura venden sus deliciosos dulces, como las tortas de almendra.
Diseñada por el arquitecto que ideó la catedral de Cádiz, esta iglesia parroquial neoclásica tiene tres techos abovedados y numerosos lienzos barrocos.
Diseñada por el arquitecto que ideó la catedral de Cádiz, esta iglesia parroquial neoclásica tiene tres techos abovedados y numerosos lienzos barrocos.
A través de una ventana en el atrio de este elegante convento del siglo XVII, las monjas de clausura venden sus deliciosos dulces, como las tortas de almendra.