Venecia, conocida como “la ciudad de los canales”, es el culmen de lo romántico, con sus góndolas, cantantes callejeros, impresionantes “palazzos” e iglesias y esa atmósfera cercana a la intemporalidad que la caracteriza.
Deslízate por las pistas con unas vacaciones en el paso montañoso de Passo Rolle y visita los pueblos ubicados en una de las estaciones de esquí más altas de Europa.
Pasa unas vacaciones en Betws-y-Coed, un pueblo de ensueño enclavado en el parque nacional de Snowdonia, y rodéate de montañas, bosques, ríos y cascadas.
El puente más antiguo de Heidelberg es una impresionante construcción decorada con una imponente puerta, minuciosas esculturas y una singular estatua de un mono.
Estos bellos jardines públicos son un lugar perfecto para admirar plantas exóticas de Chile, África y Turquía, además de una gran colección de flora alpina y ártica.
Ven a admirar cómo la península mediterránea despliega sus innumerables encantos, desde las obras de Miguel Ángel o Leonardo da Vinci hasta la cuna del catolicismo o la torre de Pisa.
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Los únicos rascacielos de Alemania se encuentran en la capital económica de Europa, que también es una ciudad conocida por su vino dulce de manzana y algunos de los mejores museos del país.
Déjate cautivar por la campiña eslovena con sus encantadoras ciudades, sus brumosas gargantas y sus montañas alpinas diseminadas por un vasto parque nacional.
Mientras te diriges hacia esta plataforma natural, descubre el esplendor del fiordo de Lyse, admira los acantilados y disfruta de unas vistas sin igual.