Este laberinto subterráneo de formaciones rocosas espectaculares, con luciérnagas luminosas y una acústica fascinante, es una de las atracciones más populares de Nueva Zelanda.
Si te gusta la naturaleza, te encantará este paraíso creado por el hombre. Aquí encontrarás zonas tan distintas como un tranquilo jardín japonés zen o el colorido jardín indio Char Bagh.