Esta fortaleza amurallada se utilizó hace tiempo para proteger a Puerto Rico de los pueblos invasores, y actualmente ofrece a los visitantes un espectacular recuerdo de esa historia.
Navega en canoa entre los manglares, pedalea sobre los paseos entablados de la costa y haz senderismo en un denso bosque tropical, todo ello a poca distancia en coche desde San Juan.