La preciosa capital de Austria ofrece teatros de música clásica, palacios y cafeterías de época, un zoológico histórico y galerías y discotecas modernas.
Los viajes a Viena permiten contemplar una de las iglesias barrocas más ornamentadas de la ciudad en una pequeña plaza que acoge lugares de culto desde el siglo IV.
Este palacio con decoración gótica perteneció a la familia de los Habsburgo durante más de 450 años y aún es uno de los tres edificios más importantes de Austria.
La capital tirolesa es famosa por su encanto histórico conseguido gracias a sus edificios antiguos y a sus calles estrechas y empedradas, además de por su proximidad a estaciones de esquí de primera categoría.