7 joyas arquitectónicas de Praga que no debes perderte

“Muchos consideran que Praga es la ciudad histórica más bonita del mundo. Más de mil años de historia han dejado en ella un legado arquitectónico asombroso, así que no es de extrañar que en 1992 la Unesco la declarara Patrimonio Cultural de la Humanidad. Su casco antiguo alberga rincones de cuento que te dejarán sin aliento, y es que la capital checa cuenta con un extraordinario patrimonio que te sorprende cuando la visitas, mires donde mires.

Si estás pensando en viajar a Praga, tienes que saber que la ciudad esconde joyas arquitectónicas de gran valor histórico, artístico y cultural. En este artículo hemos escogido siete para que vayas abriendo boca. ¿Nos acompañas a recorrer las siete maravillas de Praga?

### 1. Torre del antiguo Ayuntamiento

En pleno centro neurálgico de Praga se ubica uno de los edificios más destacados. Esta torre es famosa porque alberga en su fachada una joya histórica que se ha convertido en uno de los símbolos de la capital: el reloj astronómico. A cada hora en punto desfilan asomándose por unas ventanas ni más ni menos que los 12 apóstoles. Es un espectáculo que no puedes perderte. Entra también a visitar el interior del edificio y disfruta de los altos techos renacentistas y de la capilla gótica. Ah, y si no le temes a las alturas, te animamos a subir hasta la cima de esta torre de 70 metros. Las vistas panorámicas de la ciudad son absolutamente arrebatadoras. ¡Y no hay excusa: un ascensor te llevará directo arriba!

### 2. Templo de Nuestra Señora de Tyn

Delante de la torre del Reloj, encontrarás otro de los iconos de la ciudad: un edificio con dos torres gemelas que se asoma a la famosa plaza de la Ciudad Vieja. La obra fue iniciada en el siglo XIV por el mismo arquitecto que simultáneamente estaba construyendo la catedral de San Vito en el castillo de Praga. Se trata de una iglesia de estilo gótico, aunque su interior fue remodelado en estilo barroco tras sufrir un gran incendio en el siglo XVII. Como dato curioso, decir que existe un fuerte contraste entre la decoración interior y la estética exterior. Es casi como visitar dos edificios en uno, ¿te animas?

### 3. Torre de la Pólvora

Esta es una de las históricas puertas de entrada a la Ciudad Vieja de Praga, y la única que queda de las 13 que se construyeron en la fortificación del siglo XIII. La torre tuvo que reconstruirse por completo en 1475, por eso pasó a tener un estilo gótico. Más tarde, experimentó otra reconstrucción que, por suerte, esta vez no alteró su estilo. La torre, de 63 metros, es otro de los numerosos puntos panorámicos que posee la ciudad. Para llegar hasta arriba hay que subir nada menos que 168 escalones, pero una exposición permanente sobre la historia de la ciudad va amenizando el ascenso. Ya nos contarás si ayuda.

### 4. Puente de Carlos IV

Este puente reúne mucha de la vida artística y cultural de la ciudad: encontrarás desde músicos ambulantes hasta tenderetes con artesanía. Pero el puente de Carlos IV se considera, por encima de todo, una joya arquitectónica de visita obligada. Su estructura gótica cuenta con 15 pilares, a lo largo de los cuales se disponen 30 estatuas, entre las que se encuentra la de San Juan Nepomuceno, cuya chapa está totalmente desgastada de tanto frotarla para pedir deseos. Lo que mucha gente no sabe es que los deseos deben pedirse en la cruz arzobispal de latón, colocando los dedos sobre las estrellas. Ahora que ya sabes cómo hacerlo, no lo dudes y anímate tú también a pedir un deseo.

### 5. Castillo de Praga

Conocido como Hrad, este castillo es en realidad una pequeña ciudad dentro de un recinto amurallado. Se construyó a finales del siglo IX y sirvió como residencia de los reyes de Bohemia desde 1140. Sus 570 metros de largo y 130 metros de anchura media lo convierten en el castillo antiguo más grande del mundo, ¡todo un espectáculo digno de ver! Recorrer el interior de la muralla te puede llevar todo el día, ya que el complejo reúne un conjunto de hermosos palacios y edificios, entre los que destacan la catedral y el Palacio Real, otras dos joyas arquitectónicas de las que hablaremos a continuación. ¡Sigamos con la ruta!

### 6. Catedral de San Vito

Tras entrar en el tercer patio del castillo, te encontrarás con la catedral de San Vito. Esta es, sin duda, la iglesia más importante de la ciudad. Su construcción se inició en el siglo XIV y culminó en 1929. La torre principal mide unos cien metros de altura, y sus 287 escalones de subida merecen totalmente el esfuerzo: es la atalaya que ofrece la mejor panorámica de la ciudad. Hay que tener en cuenta que la catedral se encuentra sobre una montaña, así que, ¡imagínate qué vistas! Pero el edificio ofrece mucho más que eso: podrás pasearte por la capilla de San Venceslao, buscar las vidrieras de Mucha elaboradas en estilo art noveau y adentrarte en la cripta donde se conservan las sepulturas de los reyes checos. ¡No te lo pierdas!

### 7. Palacio Real

El Palacio Real fue la residencia de reyes y príncipes hasta el siglo XVI. Esta maravillosa edificación, construida sobre los restos del palacio de Sobestav (de origen románico), cuenta con la suma de varios estilos que fueron agregando los monarcas checos a medida que llegaban al poder. El Salón de Vladislao, por ejemplo, es una nave de estilo gótico, que destaca por su bóveda de cinco estrellas. Pero además de románicos y góticos, el palacio también posee elementos renacentistas: las ventanas exteriores y los portales interiores se consideran los primeros ejemplos de la influencia del Renacimiento en Bohemia. Sumérgete en un viaje histórico por las diferentes etapas arquitectónicas del edificio y no olvides la cámara de fotos.

Como ves, Praga cuenta con una arquitectura asombrosa, pero esto solo es la punta del iceberg. ¿Quieres que te recomendemos otros planes para disfrutar de Praga? Pues entonces echa un vistazo a este artículo y no te pierdas detalle de qué hacer en Praga. ¿Prefieres experimentar una verdadera inmersión en la cultura y la gastronomía de la ciudad? Pues toma nota de las mejores cervecerías de Praga. Comienza ya a planear tu viaje y recuerda que los viajes se disfrutan tres veces: cuando se preparan, cuando se viven y cuando se recuerdan.”