Fin de semana en Praga: qué hacer en dos días

“Preciosa, mágica, evocadora, señorial, elegante… Adjetivos no nos faltan para describir Praga, conocida como la ciudad de las cien torres. Basta con poner un pie en la Ciudad Vieja para sentirte como si hubieras viajado atrás en el tiempo. ¿Y lo mejor de todo? Al tener los principales puntos de interés muy cerca los unos de los otros, la capital checa es uno de esos destinos perfectos para una escapada de fin de semana, ya sea en pareja, con amigos o incluso con uno mismo. ¿A qué esperas para apuntarte todas estas cosas que hacer en dos días en la ciudad dorada y encontrar tu hotel en el centro de Praga?

### Día 1

Como no podía ser de otra forma, empezamos nuestro primer día en Praga por uno de sus rincones más emblemáticos: la plaza de Wenceslao. Situada en la Ciudad Nueva, esta histórica plaza ha sido testigo de muchos acontecimientos de gran importancia para el país, como la caída del comunismo en el año 1989. En ella encontrarás otros lugares de interés, como el Museo Nacional y la Ópera Estatal, así que no se nos ocurre mejor lugar para empezar tu fin de semana.

Desde aquí, tras un agradable paseo de unos diez minutos, te encontrarás en la plaza de la Ciudad Vieja, otra parada imprescindible. Desde luego, si tuviéramos que quedarnos con un solo rincón de la ciudad, sería esta hermosa plaza medieval, rodeada de callejuelas empedradas y de joyas arquitectónicas de incalculable valor. No en vano el centro histórico de Praga ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ah, y ni se te ocurra perderte el singular desfile de los apóstoles del impresionante Reloj Astronómico, una auténtica maravilla que se repite cada hora. Y como la Ciudad Vieja de Praga se descubre mejor sin prisas, te recomendamos recorrerla a tu antojo e ir parándote en los numerosos lugares de interés que encontrarás a tu paso, como el ayuntamiento, la iglesia de Nuestra Señora de Týn o la torre de la Pólvora. Si subes a esta última, todo un símbolo de Praga, podrás contemplar la ciudad desde las alturas.

Luego, seguramente querrás hacer una breve parada para degustar lo mejor de la gastronomía checa, así que, si necesitas recomendaciones, no te pierdas este artículo con las 6 mejores cervecerías de Praga. Ahora toca explorar Josefov, el barrio judío de Praga; visita las seis sinagogas y el cementerio judío para conocer mejor el pasado convulso del país. Eso sí, antes de ir, consulta los horarios de apertura al público de las sinagogas para no quedarte sin entrar.

Al terminar la ruta, será el momento perfecto para cruzar el bonito puente de Carlos, otro de los lugares imprescindibles de tu viaje. Y si ya ha anochecido, las vistas del puente iluminado te conquistarán irremediablemente. Para cenar, busca algún restaurante por el barrio de Malá Strana, uno de nuestros favoritos de Praga, y degusta algún plato típico de la zona, como el famoso gulash.

### Día 2

Si el primer día estuvo cargado de planes, prepárate para hoy: ¡toca conocer el imponente castillo de Praga! Este conjunto arquitectónico, que alberga, entre otros, la catedral de San Vito, el antiguo palacio real y el Callejón del Oro (una pequeña callecita llena de casas de colores y hogar de Franz Kafka), está rodeado de hermosos jardines y es una de esas visitas que no podemos recomendarte lo suficiente.

Para bajar desde el castillo, te invitamos a recorrer de nuevo las bonitas calles del barrio de Malá Strana, donde podrás comprar algún recuerdo del viaje en alguna de las tiendas con las que te irás topando. Desde aquí, tenemos claro el siguiente paso: subir al monte Petrin, ya sea andando, si te ves con fuerzas, o en el emblemático funicular, una experiencia que sin duda merece la pena. ¿Y por qué venir hasta aquí? Lo entenderás en cuanto subas a la torre homónima y descubras la espectacular panorámica de la ciudad a tus pies. ¡Prepara la cámara!

Cuando termines de disfrutar de esta parte tan especial de la ciudad, puedes bajar caminando hasta la isla Kampa, una isla artificial llena de encanto en la que relajarte después de un largo día de turismo. Además, está situada muy cerca del puente de Carlos, por lo que tendrás la excusa perfecta para volver a recorrerlo una última vez antes de despedirte de Praga.

¿Aún no quieres irte a dormir? Disfruta de la animada vida nocturna de la Ciudad Vieja de Praga y aprovecha para probar los famosos trdelnik, un rollo de canela que está para chuparse los dedos. Si lo prefieres, la Ciudad Nueva está a menos de media hora a pie y en ella encontrarás numerosos restaurantes en los que disfrutar de una última cena por todo lo alto. La Casa Danzante, la estatua de Kafka o el Teatro Nacional son algunos de los puntos de interés que puedes encontrar en la zona, así que, si te quedan fuerzas, ¡no te lo pienses!

¿Que después de estos dos días en Praga te has quedado con ganas de conocer más rincones de la República Checa? Pues tienes muchas opciones entre las que elegir, como las pintorescas ciudades de Ceský Krumlov o Karlovy Vary. Además, a muy poca distancia de Praga, la ciudad de Kutná Hora es otra de nuestras opciones preferidas para una excursión de un día desde la capital. Y si decides volver a Praga, algo que no nos sorprendería en absoluto, aquí tienes algunas ideas que hacer en Praga para que no te falten cosas que hacer en próximas visitas.”