La catedral más alta de Australia, que se alza en los límites del centro de Melbourne, es un oasis de paz y un magnífico ejemplo de la maestría del Viejo Mundo.
La catedral más alta de Australia, que se alza en los límites del centro de Melbourne, es un oasis de paz y un magnífico ejemplo de la maestría del Viejo Mundo.
Este majestuoso teatro, que a día de hoy sigue entreteniendo al público tras más de 150 años de actividad, es considerado por algunos como el principal punto de interés de Melbourne.