Los viajes a Viena permiten contemplar una de las iglesias barrocas más ornamentadas de la ciudad en una pequeña plaza que acoge lugares de culto desde el siglo IV.
Este edificio único desde el punto de vista arquitectónico, alberga espléndidos frescos y altares bajo su magnífica cúpula, además de un pequeño museo.
Admira la arquitectura del Imperio austrohúngaro, esquía en los Alpes, descubre los pueblos de Bregenzerwald y disfruta del torbellino de arte de Viena y de su cultura musical.
En esta ciudad termal a orillas del río, descubrirás una magnífica muestra del pasado imperial de Austria, un asombroso paisaje de montaña y grandes pistas de esquí.
Entre los principales atractivos de este pequeño pueblo del distrito del lago de Austria se incluyen una mina de sal de 4.000 años de antigüedad y la histórica plaza del pueblo.
Esta iglesia del siglo XIII alberga numerosos tesoros, entre ellos una réplica de La última cena de Leonardo Da Vinci y una escultura en piedra de María.