Fotos de Amaneceres y atardeceres, Aviación, Comida, Compras, Invierno, Naturaleza + Tranquilidad en Bélgica

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Contempla el interior del palacio o admira la fachada de este precioso edificio desde el Parque de Bruselas. Quizá incluso puedas ver a los reyes de los belgas.

Regálate unas vacaciones en el pueblo ribereño de Dinant, una localidad del sur de Bélgica con una ciudadela antigua, una catedral gótica y un museo dedicado al creador del saxofón.

Con su bonita arquitectura medieval, sus agradables canales y delicias como el exquisito chocolate y la cerveza, no es de extrañar que más de 2 millones de turistas se acerquen a esta ciudad belga cada año.

Este parque público es uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad y ofrece agradables senderos y varios museos únicos.  

Esta pequeña estatua de un niño orinando ha deleitado a los belgas durante siglos, hasta convertirse en un icono nacional.

¿Qué lugar mejor para disfrutar de la comida y el arte que las ciudades medievales? Visita las cervecerías alojadas en antiguos monasterios y recorre los palacios reales de siglos pasados. 

Disfruta de una obra en el Teatro Real o aprovecha para comprar regalos, vestidos o libros bajo los arcos de esta bonita galería.

En las colinas repletas de bosques del sureste de Bélgica se esconden pueblecillos y castillos históricos, en un entorno ideal para montar a caballo, esquiar, caminar o pescar.

A pocos pasos de la ajetreada plaza del mercado podrás adentrarte en una comunidad tranquila con siglos de antigüedad, habitada por monjas que cantan con voces de ángeles.

En las colinas repletas de bosques del sureste de Bélgica se esconden pueblecillos y castillos históricos, en un entorno ideal para montar a caballo, esquiar, caminar o pescar.

Monumentos, museos y trincheras te descubren la historia de Ypres. Además, sus edificios reconstruidos son una prueba del espíritu de supervivencia de los ciudadanos.

Monumentos, museos y trincheras te descubren la historia de Ypres. Además, sus edificios reconstruidos son una prueba del espíritu de supervivencia de los ciudadanos.

¿Qué lugar mejor para disfrutar de la comida y el arte que las ciudades medievales? Visita las cervecerías alojadas en antiguos monasterios y recorre los palacios reales de siglos pasados.