Antiguamente, todo el que llegaba al espectacular Gran Puerto, con sus enormes acantilados naturales, fuertes y pueblecitos con vistas al espléndido mar Mediterráneo, se quedaba sin palabras.
Antiguamente, todo el que llegaba al espectacular Gran Puerto, con sus enormes acantilados naturales, fuertes y pueblecitos con vistas al espléndido mar Mediterráneo, se quedaba sin palabras.