Siente la energía de una de las ciudades más grandes del planeta, hogar de tiendas de electrónica e inmensos rascacielos, arte antiguo y bellas flores de cerezo.
Siente la energía de una de las ciudades más grandes del planeta, hogar de tiendas de electrónica e inmensos rascacielos, arte antiguo y bellas flores de cerezo.
Este polivalente complejo del sur de Tokio cuenta con cientos de tiendas, un museo de arte y un espectacular mirador para disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad.
Este importante barrio de Tokio ofrece gran variedad de oportunidades, desde sus excelentes vistas del perfil urbano de la ciudad, desde los restaurantes más de moda a su espléndido y tranquilo parque.
Contempla las vistas desde la cima de la torre autosoportada más alta del mundo para, seguidamente, disfrutar de las tiendas, los restaurantes, el acuario y el planetario situados en su base.
Como si el emblemático monumento de París hubiese sido teletransportado a Tokio, esta construcción inspirada en la torre Eiffel se alza sobre la ciudad ofreciendo unas vistas panorámicas de 360 grados tanto de día como de noche.
Siente la energía de una de las ciudades más grandes del planeta, hogar de tiendas de electrónica e inmensos rascacielos, arte antiguo y bellas flores de cerezo.
Una de las visitas obligadas en los viajes a Tokio es uno de los símbolos de su modernidad: una intersección repleta de gente que supone un auténtico festival para los sentidos.
Este importante barrio de Tokio ofrece gran variedad de oportunidades, desde sus excelentes vistas del perfil urbano de la ciudad, desde los restaurantes más de moda a su espléndido y tranquilo parque.
Una de las visitas obligadas en los viajes a Tokio es uno de los símbolos de su modernidad: una intersección repleta de gente que supone un auténtico festival para los sentidos.
Una de las visitas obligadas en los viajes a Tokio es uno de los símbolos de su modernidad: una intersección repleta de gente que supone un auténtico festival para los sentidos.
Como si el emblemático monumento de París hubiese sido teletransportado a Tokio, esta construcción inspirada en la torre Eiffel se alza sobre la ciudad ofreciendo unas vistas panorámicas de 360 grados tanto de día como de noche.
Una de las visitas obligadas en los viajes a Tokio es uno de los símbolos de su modernidad: una intersección repleta de gente que supone un auténtico festival para los sentidos.