La capital de Escocia está repleta de lugares de interés, parques y jardines, además de ofrecer festivales culturales que atraen a millones de visitantes cada año.
El interior dorado y azul del corazón espiritual de Montreal fascina tanto a visitantes como a peregrinos. Antiguamente era el lugar de culto más grande de toda Norteamérica.
A esta montaña, que se eleva desde el mismo centro de la ciudad, se la conoce sobre todo por albergar la icónica estatua de Jesús, tan alta como un rascacielos.
En esta apartada playa encontrarás aguas cristalinas, zonas de surf con un fuerte oleaje y playas de arena negra rodeadas de acantilados de color esmeralda y selva tropical.
Casas coloniales españolas, manjares exquisitos, músicos con trajes tradicionales, entretenimiento frente al océano y magníficos museos hacen de la capital peruana un festín para los sentidos.
La playa más famosa de Río de Janeiro es más que una extensión de arena, es el sitio donde los lugareños y los visitantes de todo el mundo van a relajarse, dejarse ver y pasarlo bien.
Visita la isla caribeña de Cozumel con sus delfines, impresionante sistema de arrecifes, bares de playa llenos de diversión, cultura mexicana y sitios arqueológicos mayas.
Esta histórica ciudad portuaria es un lugar de encuentro entre Oriente y Occidente: espléndidos palacios, fuertes portugueses y uno de los mercados más antiguos del mundo árabe.
Desde los picos de los Pirineos hasta playas bañadas de sol y regiones desérticas, España es un país que se caracteriza por ofrecer paisajes muy diversos. Disfruta de todos ellos y aprovecha para conocer su ecléctica arquitectura, probar la gastronomía de las distintas regiones y mezclarte con su gente en uno de sus numerosos festivales.
La playa más famosa de Río de Janeiro es más que una extensión de arena, es el sitio donde los lugareños y los visitantes de todo el mundo van a relajarse, dejarse ver y pasarlo bien.
Tahití, la principal isla de la Polinesia Francesa, es famosa por su deslumbrante belleza, sus montañas, selvas y arrecifes, y por su cultura animada y elegante.
En solo unas décadas, este pueblecito de pescadores ha crecido hasta convertirse un oasis para turistas, repleto de restaurantes, clubes nocturnos y con una bonita playa.
La playa más famosa de Río de Janeiro es más que una extensión de arena, es el sitio donde los lugareños y los visitantes de todo el mundo van a relajarse, dejarse ver y pasarlo bien.
La Isla Norte de Nueva Zelanda es un paraíso subtropical con playas cristalinas, bosques verdes y una oferta cultural impresionante. Un destino perfecto para cualquier momento del año.