La capital de Escocia está repleta de lugares de interés, parques y jardines, además de ofrecer festivales culturales que atraen a millones de visitantes cada año.
El monte Rainier, tan grande que ha dado nombre a un parque nacional, es una montaña volcánica cubierta de nieve que resulta claramente visible desde Seattle.
En esta apartada playa encontrarás aguas cristalinas, zonas de surf con un fuerte oleaje y playas de arena negra rodeadas de acantilados de color esmeralda y selva tropical.
Los paisajes oníricos, los fósiles de dinosaurios y las ciudades mineras históricas hacen de este valle un paraíso para paleontólogos, geólogos y cineastas.
El monte Rainier, tan grande que ha dado nombre a un parque nacional, es una montaña volcánica cubierta de nieve que resulta claramente visible desde Seattle.
El interior dorado y azul del corazón espiritual de Montreal fascina tanto a visitantes como a peregrinos. Antiguamente era el lugar de culto más grande de toda Norteamérica.
El sur de Nápoles es una zona increíblemente bella y su impresionante ruta costera se abre camino entre limoneros, viñedos y pueblos en lo alto del acantilado.
La vista de este lago turquesa en el Valle de los Diez Picos ha sido inmortalizada en incontables postales y en el dorso de billetes de 20 dólares canadienses.
La Isla Norte de Nueva Zelanda es un paraíso subtropical con playas cristalinas, bosques verdes y una oferta cultural impresionante. Un destino perfecto para cualquier momento del año.
Esta preciosa ciudad al sur de Italia situada frente al mar es conocida por sus antiguos edificios romanos, sus preciosos paisajes y un ritmo de vida relajado.