Esta iglesia de tres naves es el último edificio de estilo románico de la región y está integrado en la única puerta de la ciudad que se conserva en nuestros días.
A las faldas del bosque de Turingia y del Parque Nacional de Hainich, se encuentra esta pintoresca ciudad en la que Martín Lutero pasó su infancia y que vio nacer a Bach.
Esta iglesia de tres naves es el último edificio de estilo románico de la región y está integrado en la única puerta de la ciudad que se conserva en nuestros días.
Los muros de esta iglesia, que han visto a algunas de las figuras más importantes de la tradición eclesiástica alemana, esconden una apasionante historia.
A las faldas del bosque de Turingia y del Parque Nacional de Hainich, se encuentra esta pintoresca ciudad en la que Martín Lutero pasó su infancia y que vio nacer a Bach.