La cervecería más famosa del mundo es una atracción turística imprescindible, y no solo para los amantes de la cerveza. Los visitantes también podrán descubrir la música tradicional de Baviera, sus bailes y sus platos típicos.
En la orilla norte del barrio antiguo de Múnich se encuentra esta gran plaza urbana, entre edificios de estilo italiano y un jardín digno de un palacio renacentista.