Con sus rutas de senderismo, cataratas y montañas repletas de las especies salvajes más diversas, este parque nacional es uno de los más pintorescos del país.
El encanto de La Ciudad de los Cien Campanarios te atrapará con su identidad francesa, los festivales que se celebran durante todo el año y uno de los cascos antiguos más cuidadosamente conservados de Norteamérica.
Las montañas reciben a visitantes durante todo el año para disfrutar de todo tipo de actividades: descenso de rápidos en primavera, acampada en verano, senderismo en otoño y esquí en invierno.