Las cataratas del Niágara son una atracción tan inmensa que, literalmente, se encuentran a caballo entre dos países: cruzan la frontera entre el estado de Nueva York y la provincia canadiense de Ontario.
Sus aguas azul cielo, montañas glaciares y la isla Spirit hacen de él uno de los puntos más emblemáticos de las Montañas Rocosas canadienses para ir a pescar o dar un paseo en barco.
Los paisajes oníricos, los fósiles de dinosaurios y las ciudades mineras históricas hacen de este valle un paraíso para paleontólogos, geólogos y cineastas.
La vista de este lago turquesa en el Valle de los Diez Picos ha sido inmortalizada en incontables postales y en el dorso de billetes de 20 dólares canadienses.
Esta ciudad, sede de uno de los mayores rodeos del mundo tiene una gran oferta de arte, festivales, historia y deportes de invierno, además de ser un punto de referencia para cualquier viaje a las Montañas Rocosas de Canadá.
Situada en la Columbia Británica, Vancouver es una ciudad norteamericana que ofrece algo distinto: es ideal para quienes disfrutan probando un poco de todo.
Uno de los museos de historia viviente más grandes de Canadá te retrotraerá a siglos pasados, incluidos los días de los colonizadores y del comercio de pieles de Edmonton.
Sus aguas azul cielo, montañas glaciares y la isla Spirit hacen de él uno de los puntos más emblemáticos de las Montañas Rocosas canadienses para ir a pescar o dar un paseo en barco.
Visita una de las cataratas más impresionantes de las Montañas Rocosas canadienses. Por la zona merodean alces y osos grizzly, así que prepárate para toparte de lleno con la increíble vida salvaje.
Esta ciudad, sede de uno de los mayores rodeos del mundo tiene una gran oferta de arte, festivales, historia y deportes de invierno, además de ser un punto de referencia para cualquier viaje a las Montañas Rocosas de Canadá.
Visita una de las cataratas más impresionantes de las Montañas Rocosas canadienses. Por la zona merodean alces y osos grizzly, así que prepárate para toparte de lleno con la increíble vida salvaje.
Los paisajes oníricos, los fósiles de dinosaurios y las ciudades mineras históricas hacen de este valle un paraíso para paleontólogos, geólogos y cineastas.
Podrás contemplar un albertosaurus, un tyrannosaurus rex, un mamut lanudo o las criaturas que poblaban los arrecifes hace miles de años, además de realizar tu propio fósil de escayola o hacer una visita guiada por Badlands.
Sus aguas azul cielo, montañas glaciares y la isla Spirit hacen de él uno de los puntos más emblemáticos de las Montañas Rocosas canadienses para ir a pescar o dar un paseo en barco.