Esta tumba-jardín imperial del siglo XVI, encargada nueve años después de la muerte del dirigente, es un ejemplo antiguo de la arquitectura mogol con piedra arenisca roja y mármol.
Los miles de picos, verdes e irregulares, que emergen de las aguas de color esmeralda, donde pueden apreciarse las coloridas velas de los barcos tradicionales, dotan a esta bahía de un encanto casi mágico.