Asiste a la tradicional ceremonia del té, da de comer a monos salvajes, y explora templos y santuarios Patrimonio de la Humanidad en esta histórica ciudad japonesa.
Los viajes a Onna incluyen la posibilidad de dar espectaculares paseos junto a los acantilados y disfrutar de inmensas vistas oceánicas en uno de los puntos de referencia naturales más bellos de Okinawa.