Asahikawa es el corazón japonés del sake, el pescado y el ramen. Sin embargo, también podrás disfrutar de un zoológico, un museo de esculturas, una aldea de cerámica, bonitos jardines e incluso pistas de esquí.
Bienvenido al refugio natural del centro de Osaka, un lugar para meditar junto a tranquilos estanques y disfrutar de geniales obras de arte o de lugares históricos.
Observa al personal del parque dar de comer a unos 130 macacos japoneses salvajes en el monte Arashiyama o entra en una de las jaulas para hacerlo tú mismo.
Este importante barrio de Tokio ofrece gran variedad de oportunidades, desde sus excelentes vistas del perfil urbano de la ciudad, desde los restaurantes más de moda a su espléndido y tranquilo parque.
En su día, este palacio era la residencia de los shogun para después convertirse en el casa imperial japonesa. Destruido en la Segunda Guerra Mundial, el edificio se reconstruyó manteniendo su esplendor original.
Observa al personal del parque dar de comer a unos 130 macacos japoneses salvajes en el monte Arashiyama o entra en una de las jaulas para hacerlo tú mismo.
Construido sin clavos y sobre postes, este templo es parte de un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad, y ofrece belleza e historia a sus visitantes.
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En este templo enclavado en una colina encontrarás una estatua con una historia fascinante, pasarelas de madera comunicadas, y baños públicos y de vapor.