Acampa en una playa casi desierta, recorre la costa para avistar grandes criaturas marinas, y explora las reliquias aborígenes y de la II Guerra Mundial.
Viaja a los tiempos en los que Tasmania era una colonia penitenciaria y descubre cómo vivían los presidiarios de uno de los asentamientos más duros del Imperio británico.
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Escapa de la vida urbana y dirígete al campo a disfrutar de los productos locales, la historia y los paisajes de la región vinícola más antigua de Australia.