En los viajes a La Habana no puede faltar una visita al Malecón, un animado bulevar repleto de lugares de interés. Disfruta de las vistas del puerto por la tarde y únete después a la fiesta cuando se esconda el sol.
Este monumento religioso del siglo XVIII decorado con exquisitos frescos es una de las obras de arte barrocas que se encuentran en la fabulosa Plaza de la Catedral.