El barrio que, tiempo atrás, tuvo la mayor concentración de inmigrantes italianos de todo Nueva York sigue guardando, en la actualidad, algunas de las recetas italianas más valoradas y tradicionales de la ciudad.
Este conmovedor y sombrío punto de referencia para neoyorquinos y turistas rinde tributo a los miles de personas que murieron en los atentados del 11 de septiembre.